Castillo de Ubierna

Este castillo ubicado en Ubierna, controlaba la comunicación entre Burgos y las tierras del norte.

Declarado Bien de Interés Cultural desde 1949.  Fue mandado construir por Alfonso III el Magno a Diego Rodríguez Porcelos en el año 884. Su propiedad correspondió a los condes de Castilla hasta el primer tercio del siglo XI y posteriormente perteneció (tras la batalla de Atapuerca) al infanzón Diego Laínez, padre del Cid, al propio Rodrigo Díaz de Vivar y a la condesa Doña Sancha, entre otros muchos propietarios.

De la antigua fortaleza, construida en mampostería, sólo quedan en pie algunos vestigios que permiten adivinar la desafiante y alargada silueta, perfectamente adaptada a la roca sobre la que se asienta. De los restos de varios lienzos que se conservan se puede deducir la planta rectangular del castillo. En uno de los lienzos se ve una puerta de entrada. Se encuentra en ruinas, un estado de conservación que ya se recogía en el Catastro de la Ensenada (1751).